viernes, 25 de diciembre de 2015

Reseña/comentario "Yo antes de ti"

Terminé hace tres días Yo antes de ti y ya puedo decir que me estoy recuperando. Hoy será el último día que me despierto pensando y torturándome con esos pensamientos.
Nunca pensé que un libro, sobre todo este tipo de libro, me iba a afectar tanto, tantísimo. A medida que leía me adentraba más en la historia, no pude parar de leer y esa sensación me maravilló, quise hacerla parte de mí misma. Cuando todo a tu alrededor pierde sentido, el cual das al completo a esas palabras que conforman el texto, la historia que te da la vida.
La historia de Will y Lou me hipnotiza y he de reconocer que siempre existió en mi cabeza la esperanza. Por ello leí hasta el final con la misma intensidad, pero tras ciertas frases finales me derrumbé.
Recordar las palabras del protagonista me provocaba una tristeza inmensa e incontrolable, retumbaban una y otra vez en mi mente, necesitaba una explicación o quizá tan solo tiempo para comprender y asimilar.
Después de oír demasiadas veces the end of the world  aprendí a no intentar explicar el dolor o el sufrimiento de todos. Quizá lo más doloroso tras terminar el libro es percibir la capacidad por parte de la autora para convencer al lector de las dos posiciones, de él y de ella. Comprendo a Will y la decisión que toma y asimilarlo ha sido realmente complicado. Lo que me hace daño, mucho daño, es la veracidad y la realidad de esas personas.
Me encanta leer clásicos lo hacía desde que era pequeña y me doy cuenta de que quizá de esa manera me alejaba del mundo real y doloroso. Podía leer tragedias de Shakespeare, dramas del siglo XIX donde los personajes sufren y padecen un sufrimiento atroz, mueren casi siempre; pero el sentimiento enorme de empatía o el de dolor compartido que despertó en mi el libro de Jojo no existe en los otros tan alejados de mi vida, convertidos en ficciones que no alcanzo a imaginar reales.
Coloquialmente diríamos que esta obra toca la fibra, pero en mi caso la toca la atraviesa y me deja una cicatriz imborrable. Mi visión de la vida ha obtenido un cariz melancólico que detesto pero que me permite tener los pies en la tierra
A pesar de todo esto, la idea que más sobrevuela mi cabeza no es de tristeza. Pese a los atributos destacables del protagonista, la pareja que forman, la conexión entre ellos, su relación y el amor son la huella más profunda que me han dejado. Y no soy capaz de explicar las ganas que tengo de vivir y sentir el vínculo que aflora entre estas dos personas.

Cada vez que piense en algo hermoso, cada vez que oiga algo maravilloso, que vea o que note que algo se vuelve increíblemente valioso, una parte de mí recordará cómo aprendí a estimarlo, a convertir en eterno eso irremplazable y de ninguna forma posible delimitado por el tiempo o la muerte, por nada.
Yo después de este maravilloso y doloroso libro

domingo, 14 de junio de 2015

Resumen/comentario del libro El arte de amargarse la vida, de Paul Watzlawick.

La historia de la vida no tiene sentido sin tragedias, catástrofes, peligros, infortunios..y es así porque en el fondo necesitamos la desdicha en nuestras vidas. Paul Watzlawick apunta una serie de consejos en el libro para aquellos que tengan problemas con esa desdicha y no puedan arreglárselas por sí mismos.
Debes ser fiel a ti mismo teniendo en cuenta la situación en la que te encuentres y ser espontáneo sin obligación.
Con el pasado debes permitir que no se apodere de tu cabeza pero tenerlo en mente para tomar las decisiones correctas con el presente.
Los juicios previos a una persona no son muy útiles y pueden derivar en la creación de un personaje ingenioso pero en absoluto real, Watzlawick cita a Ovidio con la frase : Persuádete de que estás enamorado, y te convertirás en un amante elocuente.. para continuar con una serie de ejercicios que propone para que entendamos nuestros malestares como corrientes y no singulares en un mundo tan grande.
A veces el pasado puede ser motivo para la creación de frustraciones vitales y como a la mujer de Lot nos puede hacer perecer en él, por ello no se debe mantener una posición puramente reflexiva hacia todo.
La historia del hombre que espantaba elefantes habla de un tipo que al ser preguntado por las continuas palmadas que daba contestaba que de esa forma no se acercaban los elefantes, y era cierto nunca se acercó uno. Quizá la clave para acabar con los infortunios sea evitarlos. También ayuda no pensar en ello, no crear esa realidad. Necesitamos a otras personas para hacernos reales y ratificarnos a nosotros mismos.
En El arte de amargarse la vida descubres una gran verdad que te acompaña en la vida, se trata del vacío que produce la llegada, equivaldría al término al final o a la muerte aunque no sea vital; el camino te cautiva y te atormenta, te da la vida y da forma a la misma.
Paul aplica esto al amor y a la venganza. En cuanto a la venganza hay que decir que nunca es dulce o puede serlo porque en el momento que la llevamos a cabo nuestro sentimiento de impotencia y el deseo de ella ya no existe.
Cuando nos enamoramos de lo imposible, sucede que lo alcanzamos y pierde todo atractivo porque
el sueño se convierte en realidad, una realidad que ya conocemos tan horrible que preferimos no involucrar en ella nuestros deseos más profundos, es recomendable viajar lleno de esperanzas en la eternidad y no llegar nunca.
 
La vida no es un juego, en tal caso podemos decir que es un juego serio con inmensidad de culturas, personas que crean esas culturas y que tan solo deben seguir unas reglas de honradez, confianza y tolerancia. La solución para ser dichoso es simple.

sábado, 13 de junio de 2015

Comentario de El hombre en busca de sentido.V. Frankl


V. Frankl El hombre en busca de sentido.

La evolución conjunta de los seres y los entornos han provocado el aumento de las modalidades de procesar e intercambiar información y cada ser vivo es un emisor/receptor de señales (emisor de señales para otro, receptor de información del entorno y de otros seres vivos) y los ecosistemas son universos informacionales y comunicacionales muy complejos.
La naturaleza propicia, cuando es adaptativo para la especie, el desarrollo de los comportamientos comunicativos porque se produce un ahorro de energía y de tiempo disponible para otras actividades vitales, por tanto hablamos de la comunicación como algo inherente al ser humano y necesario para el desarrollo completo de su vida.
El sentido que le damos a nuestra vida determinará en gran medida todo nuestro entorno y por consiguiente nuestras relaciones personales. Frankl en su libro menciona la duplicidad de significado de la palabra latina fini como “final y meta a alcanzar”. Esto se refiere al hecho de que al no poder ver un fin de su existencia o un futuro claro la persona tampoco encuentre una meta a alcanzar en ella.
Ese sentido que da forma a la experiencia vital de cada uno está conectado con nuestras experiencias y con la socialización que nos permite incorporar elementos externos a nuestra vida, de modo que vamos interpretando y creando nuestra realidad, la única para nosotros.
Nuestra identidad social está determinada por el contexto en el que vivimos, lo que finalmente determina el sentido, la meta o los objetivos de cada uno en la vida.
El problema aparece cuando la búsqueda de ese sentido es una obsesión y se convierte en frustración existencial, a esta patología la logoterapia la ha acuñado neurosis noógena, también es común el sentimiento de vacío existencial, es decir, la pérdida del sentimiento de que la vida es significativa.
El consejo que encontramos en El hombre en busca de sentido nos anima a dejar de preguntarnos sobre el significado de la vida y a pensar en nosotros como en seres a quienes la vida les inquiere continua e incesantemente. Recalca la importancia de asumir la responsabilidad para encontrar las respuestas a los problemas que la vida asigna a cada persona.
Atendiendo a las relaciones humanas debo aludir a la gran interdependencia que existe en el mundo contemporáneo, todo son entramados sociales o redes de individuos que se conectan en mayor o menor medida. En palabras de Charles Perrow estamos ante la sociedad de organizaciones.

Pese a ello nacemos diferentes, únicos y cada uno siente y sufre a su manera. Tenemos una misión concreta en la vida, en palabras de Frankl, por esa razón somos irreemplazables y tan sólo podemos responder de nuestra propia vida. No existe un sentido general de la vida, cada uno tiene el suyo propio y la oportunidad para encararlo con valentía.