viernes, 29 de agosto de 2014

Crítica "La noche del cazador"


¡Ahora hermano! El odio de la mano izquierda lucha y parece que el amor va a perder, pero un momento… Todo ha cambiado ¡El amor gana! ¡Si hermanos, ha ganado el amor!

Sinopsis
De regreso a su casa tras cometer un atraco y morir dos personas Ben Harper hace prometer a sus hijos guardar los 10000 dólares en secreto. En prisión ,antes de ser ejecutado, su compañero de celda le escucha hablar del dinero en sueños y al salir fija su atención en la mujer de este . Willa acepta casarse con el predicador cuyo único objetivo es averiguar dónde se esconde el botín. Los niños se embarcan en una desconcertante huida que los aleje del tenaz y codicioso predicador.


Sin gozar de éxito en su estreno, produciendo rechazo e incluso incomprensión, esta película dirigida por Charles Laughton se ha convertido en un clásico indispensable para cualquier cinéfilo que se precie. Esta circunstacia llevó al director a continuar su carrera como actor.
Cabe destacar la gran dirección de fotografía que nos proporciona planos increíbles y un gran juego de luces y sombras que agudiza el ambiente sombrío durante todo el filme. La utilización del blanco y negro voluntaria sugiere la diferenciación entre el mal, representado por el predicador , y el bien por la dulzura y amor que evocan los hermanos.
Acertada elección de los actores con un gran Robert Mitchun encarnando perfectamente al hombre inquietante e implacable en su búsqueda. Buena interpretación de Billy Chaper como John Harper: el buen hijo incapaz de romper una promesa, protector con su hermana pequeña.
El papel de la mujer como de costumbre en esta época resulta degradante destacando la sumisión de Willa , con una actitud poco creíble. En general todos los roles femeninos nos muestran a la mujer estúpida sin personalidad, inteligencia y dependiente que claramente querían los hombres en esa época. La única mujer lista y valiente parece ser la que no se deja engatusar por los hombres y tiene que combatir las ansias de una joven adolescente ansiosa de caer en brazos de cualquier personaje varonil que la agasaje con regalos y palabras bonitas pero vacías en contenido. Resulta ser la única cuerda y por ello siente el deber de cuidar todos esos niños que la sociedad crea y a la vez corrompe y destruye.
La doble moral caracteriza  al personaje diabólico de la película. Se nos presenta un predicador fanático por las enseñanzas bíblicas que en su interior esconde un monstruo codicioso capaz de todo por conseguir dinero mediante mentira y falsedad.
Gran temor recorre el cuerpo al recordar la sombra de Powell a caballo entonando "Leaning on the Everlasting Guns" semejante a un cazador dispuesto a capturar sus víctimas con la tranquilidad más perversa e inquietante. 
Ciertas escenas consiguen crear una atmósfera terrorífica jugando con una sombra o sonido, la insinuación se convierte en la mejor arma del director.
 Quizá lo más sobrecogedor sea la existencia real de un personaje llamado Harry Powers, autor de delitos tan asquerosos y miserables como los que se atribuyen al protagonista.





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